3 de marzo de 2012

Arpegios y tormentas


Por fin quietas, las maletas. Grita emocionada, la puerta.  Comienza a girar, la ruleta. Ella se asoma, la emoción aprieta. Arpegios, notas descontroladas en el aire sobornan mi boca. Su blusa se desabrocha sola. Llueve afuera. Gotas y más gotas. Ella llora suave, suspira, pero ninguna palabra brota. Todas las mías nacen desechas o rotas. Relámpagos nacen y mueren en la tormenta. Miro a un lado, al otro. Todo es nuevo, todo es viejo. Descubro que la quiero. Que la quiero más cuando estoy solo. Pero a ella no le importa. Ya sin ropa, ella para. Me abraza y susurra: “¿por qué volviste?” Vuelvo la cara. Las maletas siguen quietas.

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